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La vida real como plan de estudios

Las familias que educan a sus hijos en casa reclaman a las autoridades educativas que regulen esta opción para evitar conflictos legales y equiparar a los estudiantes con el resto

 

A. CORBILLÓN| Norte Castilla 12.07.09 - VALLADOLID

 

Radu Rojas y se hermana Adina, de 12 y 14 años, no han notado la ruptura que supone para el resto de los niños el paso de los horarios escolares al largo periodo de vacaciones de verano. Y tampoco notarán lo contrario cuando arranque el curso en septiembre. No están acostumbrados a mirar cada día un horario para ver a qué hora toca inglés, matemáticas, historia... «En casa no dividimos la vida en asignaturas porque la vida no funciona así», explica su madre Sorina Oprean.

Estos niños residentes en Simancas (Valladolid) forman parte de los 4.000 estudiantes (los datos sólo pueden ser aproximados) cuyos padres han apostado en España por no escolarizarlos y seguir las corrientes educativas que llegan de otros países. Porque, en contra, de lo que la mayoría piensa, no llevar a un hijo a la escuela no es ilegal en España. Está decisión, llena de detractores desde el ámbito oficial y educativo, cuenta con una creciente ola de informes y expertos que consideran que otra forma de educar es posible y que el limbo de alegalidad e inseguridad jurídica para los padres debe desaparecer. El propio Enrique Múgica, Defensor del Pueblo, reclamó cambios legales en su favor en su informe del 2006.

«Siempre he pensado que no hay malos alumnos sino malos medios», explica Sorina, mientras corrige en el ordenador una consulta de Radu. Habla desde la experiencia que da ser la fundadora de la Asociación Libre Educación (ALE) y de muchos años denunciando los vacíos de la Ley de Educación. Una idea que completa Joan Ramón, que también educa a su hijo en casa, y cree que «el papel de albacea del conocimiento (de la escuela) ya no es real en nuestra sociedad, donde la información está al alcance de todos». La prueba está en que, si uno teclea en Google ’homeschool’ (’escuela en casa’ en inglés) surgen 12 millones de referencias.

Pero, cuando unos padres deciden educar a su hijo en casa ya son carne de sospecha. Las denuncias, incluso de vecinos o familiares disconformes, han llevado a más de una familia ante la Fiscalía de Menores para establecer la estrecha línea (aunque muy clara para estas familias) entre absentismo y educación alternativa.

Educar es obligatorio, pero no llevarles al cole. Esta máxima se ha impuesto a base de expedientes judiciales archivados que las familias celebran como un triunfo más. Ahora quieren dar nuevos pasos para ’salir del armario’, expresión que se usa para aquellos que procuran no dar publicidad a su forma de enseñar.

Dice los expertos que hay cuatro tipos de padres que huyen del sistema escolar: los protectores, los educadores, los rebeldes y las víctimas del sistema educativo. Pero a todos les preocupan las mismas cosas. «Reclamamos el derecho a exámenes libres (algo que existió en España hasta los años setenta con la ’ley Moyano’) para no estar en desventaja», explica Sorina. La Junta insiste en que no habrá cambios y «no podrán aspirar a las titulaciones salvo si se presentan a las pruebas libres» (a partir de los 18 años).

La vida va por delante de las leyes, pero estas familias han encontrado apoyo en Internet donde existen infinidad de métodos, cursos y escuelas ’on line’ (la mayoría anglosajones) para evaluar los conocimientos. «Están bien -concluye Sorina- pero las nuevas tecnologías sólo pueden ser un apoyo más. Nuestro compromiso es tutelar y corregir la educación de nuestros hijos». La jornada escolar acaba en casa de Radu y Adina con unas clases de piano y flauta a duo. Desde luego, más sugerente que el timbrazo del recreo.

 

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